Excursión de expedición a las cuevas de la mañana desde Portimao

Una experiencia muy aconsejable. Las vistas desde el barco son espectaculares. El día que hicimos la excursión había bastante oleaje por lo que la guardia costera prohibió la entrada a las cuevas. Al inicio del viaje la tripulación ofreció cambiar la reserva de día, obtener la devolución del dinero o hacer la excursión pero sin entrar a las cuevas. Elegimos hacer la excursión y mereció la pena al 100%. La tripulación muy pendiente en todo momento. Un 10!

Espectacular, la tripulación super atentos con los niños. No pudimos bajar en las cuevas por la cantidad de gente pero aun asi merece la pena. Se pudieron bañar tirandose desde el barco pirata. Lo unico recomiendo tomar algo a los que se mareen.

Altamente recomendable

Paula encantadora la chica que nos hizo la reserva .Todas las facilidades del mundo

La travesía espectacular y la tripulación de lo mejor de lo mejor

Muy bien todo

Lo reservamos para darle una sorpresa a nuestro hijo de 4 años que es un apasionado de los piratas, el está con la ilusión de haber conocido y navegado con auténticos piratas!!. Disfrutamos mucho, la tripulación muy atenta, las visitas a las cuevas espectaculares.

Muchas gracias!!

El barco es muy chulo y confortable. Viajamos con niños y el navío les encantó. Salimos de Portimão en dirección a Benagil mientras el capitán iba dando explicaciones del lugar en varios idiomas que no incluía el español... menos mal que el portugués se entiende bastante bien. La costa es preciosa, con los acantilados y cuevas naturales y la verdad que se nos hizo corto el trayecto hasta la playa. Una vez desembarcamos, fuimos en varios grupos a visitar las cuevas. He de decir que llevamos varios años veraneando en el Algarve y recomiendo verlas con excursión dedicada desde Benagil, porque aunque se lo trabajaron bien, no es muy completa y tengo recuerdos mucho mejores de la anterior visita. Además, la marea estaba muy alta y eso no ayuda, porque deja cuevas sumergidas que no se pueden visitar. Pero estuvo bastante bien. Luego estuvimos disfrutando de la playa, bajo las sombrillas que nos prestaron, mientras “los piratas” preparaban la comida. Y lo cierto es que nos quedamos todos boquiabiertos. Prepararon unas mesas a modo de “autoservicio” donde cogíamos platos cubiertos y pan y nos servían pasta ( para los cirios lo mejor) pollo asado, ensalada sardinas, salchichas y pinchos de carne recién asado todo en las parrillas de carbón, con patata asada. Y lo mejor de todo, fresquisimo y buenisimo. Calidad y cantidad!!! Repetimos todos. Y el postre a base de fruta fresca: melón, piña y plátano. Todo regado con agua, refrescos y vinos.... Eso si, cada uno se friega su plato en unos cubos que traen preparados... limpieza ante todo. Y luego el retorno a puerto. Aquí fue donde sobre todo los peques se lo pasan bomba. ( bueno y todos) mientras volvíamos, uno de los piratas se caracterizó con sombrero y peluca y armado con espada y trabuco, nos deleitó con una magistral representación al más puro estilo pirata, asomándose por la borda del navío y “amenazando” de muerte a todo barco que “osaba” cruzarse en nuestro camino. Nos reímos a morir. ( Gracias, Carlos, matrícula de honor). Luego, el último tramo de la vuelta, fue sin motor. Desplegaron las velas, “ayudados” por los peques y comenzamos a navegar “en silencio” durante unos 30 minutos hasta la entrada del puerto, donde se ayudaron del motor para atracar ( bien queda lo de “atracar” en un navío pirata

...). En referencia a otros comentarios que he leído acerca del tabaco, agradeceros dichos comentarios, porque no sé si fue por eso o no, el caso es que por lo menos cuando fumaban, la colilla no acaba en el mar, si no en unos ceniceros preparados. Bien!. Disponen de una pequeña estancia donde poder comprar recuerdos y tomar alguna bebida y snacks. También de un par de WC bastante limpios. En definitiva, muy recomendable.

El barco precioso, muy limpio y cuidado. La tripulación amable, pero el tour inexistente, pregunté por escrito y por teléfono si hablaban español en el tour, me confirmaron que si y lo tuvimos que pedir a bordo, el español ininteligible y el tour muy pobre, 4 frases en todo el trayecto de ida acercq de lo que se veía en la costa. Nada a la vuelta. Leí que no tenía sombra pero si tiene en todo el barco toldos para sombra. La

Visita a las grutas muy bien. Pero al igual que en el barco, ni una explicación, ni una triste frase en ningún idioma. La ambientación pirata NULA, CERO, NADA. Un señor con un gorro con rastas. Eso es todo. Ni un poco de ambientación ni dentro ni fuera. Ni una triste frase para los 10 niños que había en el barco esperando a los piratas. Yo no veo necesario vender algo inexistente. Si no quieres hacer un tour pirata, no lo vendas. La carabela es preciosa por si sola, no hace falta engañar a los clientes que esperan encontrar algo que no obtienen y ahí llega la decepción. Mi hija aún pregunta que cuando va a ver a los piratas que llevaba prometiéndole 3 días... por último, lo de fumar a bordo no debería estar permitido con los menores alli. La tripulación fumaba muchísimo.

Mi valoración es mediocre y quiero compartirla con intención de mejorar. El paisaje es muy bonito por sí mismo, así que no depende de la excursión que contrates: grutas con único acceso desde el mar, playas escondidas, vistas de los acantilados, aguas relativamente limpias... Así que el precioso paisaje es independiente de mi valoración de la excursión. En cuanto a la excursión propiamente dicha, el barco es bonito y evocador, la tripulación es suficientemente amable (ayudaban a subir y bajar, ofrecían abrigos a las señoras mayores si hacía fresco, y había uno que hacía un poco "el pirata" con una peluca para hacer la foto...). Sin embargo, mi recuerdo global es negativo y explico porqué: tanto en el viaje en el galeón pirata, como en las pequeñas incursiones en lanchas que te acercan hasta las cuevas (aunque no desembarcas en la orilla... para eso mejor las rutas en kayak), los "piratas" iban fumando sin parar y tiraban las colillas al mar. Se lo comenté a la encargada como sugerencia, que no me importaba que fumasen en absoluto, pero sí querría que evitasen tirar las colillas al mar. Su consorte "el pirata jefe" no recibió la sugerencia de buen grado y lejos de ello, se fumo otro par de cigarros con sus compañeros y volvieron a tirar las colillas al mar. Me pareció vergonzoso que unas personas que trabajan gracias a la belleza del mar, de las playas y de las cuevas, muestren una falta de respeto tan enorme al medio que les da de comer. Y no solo eso, sino una falta de respeto a la opinión bienintencionada de un cliente. Después de la excusión estuve dos días echando pestes y recogiendo colillas de las playas para compensar mínimamente el impacto de estos inconscientes. Y si pudiese volver a elegir, y mis hijos no fuesen tan pequeños, no iría en el barco pirata "Santa Bernarda" porque me fui malhumorando todo el viaje. Desde aquí propondría a los gestores del "Santa Bernarda" que prohíban estrictamente a su tripulación tirar residuos al mar. Si juntásemos las colillas de estas personas a lo largo del verano, fácilmente llenásemos una de las playas que visitan. Y yo no quiero formar parte de eso. Espero aprendan de la sugerencia y que futuros visitantes también les llamen la atención. Así mismo, los motores de las pequeñas lanchas eran bastante molestos, podrían adoptar motores eléctricos como otras embarcaciones, por lo menos en las lanchas de apoyo al barco. Espero esta opinión sirva para mejorar el servicio. En cualquier caso, ahora que conozco la experiencia, y si mis hijos tuviesen mayor edad, optaría por las rutas en kayak, que incluso desembarcan en las playitas inaccesibles.

A excepción de la media hora en la visitas las cuevas en la lancha, el resto es una auténtica pesadilla. Ni siquiera haces parada para bañarte.

Todo el mundo mareado, familias enteras vomitando. Te pasas un montón de tiempo parado esperando que la gente se suba y se baje, mientras sólo puedes mirar el infinito para no marearte más.

Supuestamente te incluye agua, que en ningún momento te ofrecen. El barco es incómodo y va lleno de gente.

La ambientación pirata 0, la señora de la tripulación una borde. Lo mejor del viaje, cuando por fin te bajas del barco. No lo recomiendo a nadie, si quieres ver grutas, mejor coger excursiones que van en lancha todo el tiempo, están mejor equipadas y más comodas.